Figura de Gestas junto al Cristo del Amor
Entre lo tradicional y lo extraordinario, con la imagen
particular de cada una y con un guiño a lo excepcional de la jornada se
presentarán en el Via Crucis Magno del día 14 las 18 cofradías que participan
con sus imágenes. Muchas serán las que optarán por mostrar ese día una imagen
perfecta de lo que hacen en Semana Santa y otras, sin abandonarla, lo
modificarán «ex professo» para la ocasión o harán crecer su patrimonio. El Via
Crucis Magno tendrá estrenos y novedades, como toda procesión de Semana Santa que
se precie.
Una de las principales la protagonizará la cofradía del
Santísimo Cristo del Amor, que rescatará a dos imágenes que fueron con su
titular y que desde hace treinta años no le acompañan en su paso. Se trata de
los dos ladrones, San Dimas y Gestas, que forman parte del mismo conjunto que
el titular, la Dolorosa y San Juan.
Aunque la hermandad no los saca en Semana Santa, la
Agrupación de Cofradías le pidió que lo hiciera para la undécima estación:
Jesús promete su reino al buen ladrón. Era la única cofradía que contaba con
estas figuras, aunque no salieran, y la hermandad accedió, de forma que en este
Via Crucis Magno se verá el conjunto completo tres décadas después de la última
ocasión.
El historiador del arte Juan Carlos Jiménez Díaz, en un libro
dedicado a la hermandad, atribuye el Cristo del Amor a Martín de la Torre, un
escultor cordobés de la mitad del siglo XVI, autor de otras imágenes. Este
imaginero hizo para la cofradía del Santo Crucifijo una Magdalena en 1573 (que
no se conserva), con lo que las demás imágenes (el Cristo, la Dolorosa, San
Juan y los ladrones) serían de un parecido arco temporal.
El Calvario que se verá en el Via Crucis será así igual que
el que recorrió las calles el Jueves Santo desde el siglo XVI hasta el XIX, en la
cofradía del Santo Crucifijo, sita en la ermita de San José cuya portada
todavía sobrevive en la Magdalena. Teodomiro Ramírez de Arellano, en sus
«Paseos por Córdoba», ya alude a la existencia de todas las imágenes actuales.
La cofradía desapareció y las imágenes del Cristo, San Juan y la Virgen pasaron
a la nueva parroquia de Jesús Divino Obrero en los años 50, donde se erigió la
actual hermandad y se dio la advocación del Cristo del Amor. En 1972 se
encontró en la iglesia de la Magdalena a los dos ladrones. Aunque muchos
cofrades los tienen en la memoria, sólo salieron en 1973 y 1974. Las dos
figuras están restauradas y ahora volverán a hacerlo de forma excepcional.
Se trata de dos imágenes de tamaño académico, igual que las
demás, ambos sin signos de tortura ni heridas, atados a las cruces y no
clavados. La imagen de San Dimas, ya consolado por Jesús, está a la derecha y
mira hacia el cielo con serenidad, mientras Gestas tiene rasgos burlescos. El
hermano mayor, Jesús Mata, explicó que la recuperación es sólo para el 14 de
septiembre y que no saldrán el Domingo de Ramos.
Sobrepalio y dosel
También la Reina de los Mártires presentará novedades y
recuperaciones. La Dolorosa de San Hipólito llevará un estreno que sólo se
podrá ver desde los balcones: un sobretecho para el palio, que además se
utilizará como dosel para los cultos de la corporación. Lo ha pintado Antonio
López Peláez, hermano de la cofradía, sobre color rojo y tiene una cenefa
exterior que se inspira en el frontal del altar de San Hipólito. En el centro
figura el escudo completo de la hermandad (con el escudo Pontificio y la
Inmaculada) y en los laterales están los emblemas del obispo de Córdoba,
Demetrio Fernández, y del Papa Francisco.
Nuestra Señora Reina de los Mártires recuperará además una
estampa que fue característica de su paso de palio durante algunos años:
llevará cera rizada. A pesar de que este tipo de velas son características de
los pasos de palio (no sólo con música sino de los llamados «de bulla»), la
imagen los lució algunos años, aunque siempre fuera en silencio. Desde mediados
de la década de los 90 no lo hace, ni siquiera en 2005, cuando fue con música a
la peregrinación de los Santos Mártires en San Pedro. Ahora, la cofradía ha
buscado a hermanos que donaran estas piezas de cera y lo volverá a hacer
aprovechando una ocasión que tiene que ser extraordinaria.
Otros estrenos se han adelantado para esta cita. Es el caso
del faldón frontal del paso del Santísimo Cristo de la Expiración, que se verá
por primera vez. La intención de la cofradía era estrenar los cuatro el próximo
Viernes Santo, pero al organizarse el Via Crucis Magno se ha decidido adelantar
al menos el frontal. Rafael Cuevas Mata, miembro de su junta de gobierno,
explicó que el dibujo y la técnica se basan en una pieza de bordado de gran
valor: el manto negro de María Santísima del Silencio, realizado en oro y
donado por la Marquesa de Boil en el año 1929, basado a su vez en otro de la
Virgen de la Soledad de la cofradía de Jesús Nazareno.
Antonio Villar ha dibujado y ultima esta pieza, que recoge
la finura y delicadeza del original y lo enriquece con algún fragmento de la
yesería neomudéjar de la capilla de la cofradía en San Pablo. Para los motivos
centrales se había pensado en los símbolos de los jinetes del Apocalipsis, de
forma que en el frontal irá una corona de laurel como signo de victoria. En los
demás irán, ya el Viernes Santo, los del hambre (una balanza), la guerra (una
lanza) y la muerte (una calavera con dos tibias). La pieza va sobre los
faldones de terciopelo inglés en color morado que la cofradía realizó hace
algunos años.
También será novedad un broche de oro para el Nazareno de la
Santa Faz, donado por una familia de cofrades, además de la propia túnica del
Señor, realizada con bordados antiguos y que no se ha podido ver en la calle
por la lluvia.
El estreno de la hermandad de la Merced será musical. Se
trata de un Via Crucis compuesto para la hermandad, formado por 15 estaciones
para música de capilla, que se interpretará a Jesús Humilde en la Coronación de
Espinas durante el recorrido común. Se trata de una obra del compositor
murciano José Ángel Pacheco Marco. Lo van a interpretar miembros de la banda de
música Santa María de la Merced, formada en el seno de la cofradía del
Zumbacón, que serán quienes acompañen al titular en el recorrido común. Cada
una de ellas, de aproximadamente un minuto y medio de duración, refleja el
padecimiento de Jesús durante el camino de la Cruz.
Luis Miranda - Diario ABC de Córdoba 8/9/2013